Alfarería Tomás Pérez

La Alfarería Tomás Pérez, echó andar en 1890, hoy trabajamos la cuarta y quinta generación, descendientes de aquellos entusiastas.
Nos dedicamos principalmente a la fabricación de piezas decorativas y ornamentales, a las que añadimos nuestra seña
de identidad: la filigrana, una técnica exclusiva de Alba de Tormes, declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de
Castilla y León, consiste en superponer diversos elementos, asas, pitorros y adornos, a una base que conforman las
piezas más habituales de la alfarería como platos, botijos o bandejas. El proceso de elaboración de las piezas es
totalmente manual, incluida la extracción y preparación de la arcilla, debido a que la filigrana requiere una arcilla muy
especial, moldeable, pero a la vez con la resistencia suficiente para soportar varias filas de elementos decorativos.
La decoración respeta la tradición, los dibujos son prácticamente los mismos que realizaban las mujeres, encargadas
de la decoración de las piezas en los años 60, 70 y 80, el período de mayor auge de la alfarería de Alba de Tormes.
También la herramienta utilizada para plasmar estos dibujos, el aguamanil, sigue siendo la misma.

Dónde se encuentra la alfarería.

La Alfarería Tomás Pérez se encuentra en Alba de Tormes, en la provincia de Salamanca.
Alba de Tormes es un municipio histórico; se sabe que fue fundado por los vacceos durante la edad de hierro como un
gran castro llamado Alvia, y que fue colonizado por los romanos, y después, por los musulmanes.
Su repoblación fue llevada a cabo por los reyes de León en la Edad Media, quienes crearon el concejo de Alba.
En 1429 el rey Juan II la entregó al obispo Gutierrez Álvarez de Toledo, de la casa de Álvarez de Toledo, quien tomó así
el título de señor de la villa de Alba de Tormes. A partir de ese momento la historia de la villa estuvo íntimamente ligada
a la casa de Alba.
En 1571 Santa Teresa de Jesús fundó su octavo convento de Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo u Orden de
las Carmelitas, donde falleció el 4 de octubre de 1582 y en cuyo retablo mayor se expone a la veneración de los
peregrinos su cuerpo incorrupto.
Entre los monumentos a visitar destaca el castillo de los Duques de Alba, la Basílica de Santa Teresa, el museo
Carmelitano, la iglesia de San Juan y la Iglesia de San Pedro.